Cuando consideramos la relevancia de nuestras estructuras e ideologías sociales en la sociedad, muy generalmente vemos a los gobiernos, los políticos y las corporaciones como las instituciones guiadoras organizacionales responsables por la calidad de nuestras vidas. Esto es, por supuesto, verdad… pero solo en una cierta magnitud. Mientras el tiempo ha avanzado, los seres humanos se han vuelto más y más concientes de la naturaleza, sus procesos, y así han sido capaces de derivar inferencia acerca de cómo imitar la naturaleza en toda su gloria creativa.
El resultado ha sido la Tecnología, que es lo que nos separa a nosotros los humanos de las otras especies en cuanto a funcionalidad. Tenemos la capacidad de crear en maneras muy vastas. Si no queremos limpiar cloacas, podemos ingeniar una máquina para que lo haga por nosotros.
En el comienzo de la era industrial, una gran mayoría de la gente trabajaba en fábricas. Hoy, la automatización abarca 90% de casi todas las fábricas. Esto ha desplazado a los humanos y ha creado una amplia industria artificial de “servicio” en orden de mantener a los humanos empleados por dinero.
El patrón es muy revelante. La implicación es que la automatización de máquinas esta constantemente desafiando el rol de la labor general humana. Esto no significa que los humanos no tendrán “nada que hacer” mientras el tiempo se mueve. Por el contrario… esta implicación denota la liberación de la humanidad de trabajos que a los humanos no les importa realizar, así tendrán tiempo de perseguir lo que han elegido. Al margen, es importante señalar que la sociedad hoy asume una postura muy negativa en cuanto a la humanidad, reteniendo la creencia de que si los seres humanos no fueran ‘requeridos’ para hacer algo, simplemente se sentarían por ahí, siendo perezosos, y haciendo nada. Esta es una propaganda absurda.
La noción de ‘ocio’ es una invención monetaria, creada debido a la opresiva institución fascista de empleo misma. La pereza es, de hecho, una forma de rechazo al sistema. Es una cualidad que sólo existe debido a la aprensión y a la servidumbre requerida. En una sociedad verdadera, no habría tal cosa como la separación entre “ocio y trabajo”, dado que los humanos deberían poder perseguir lo que sea que crean relevante. Para ponerlo de una manera diferente, considera la curiosidad y el interés de un niño. Él o ella ni siquiera saben lo que el dinero es… ¿Necesitan estar motivados por el dinero para salir y explorar o crear? No. Tienen un interés personal y lo persiguen sin recompensa. De hecho, los contribuyentes más grandes de nuestra sociedad, como Einstein, Newton o Galileo, persiguieron lo que hicieron sin ningún interés por dinero. Lo hicieron porque querían hacerlo. El acto de hacerlo y contribuir fue su recompensa.
El punto aquí es que el dinero no es un incentivo verdadero para nada y pensar de esa manera es asumir que los humanos son inherentemente perezosos y corruptos. La pereza y la corrupción son productos del condicionamiento que nuestro sistema social crea.
Ahora, volviendo a la tecnología, descubrimos que nuestra calidad de vida, en cuanto a funcionamiento, se ha incrementado por los beneficios de las herramientas tecnológicas que creamos. Desde una cortadora de césped, a un marcapasos, la tecnología salva vidas y disminuye la cantidad de tiempo que necesitamos gastar en actividades mundanas, difíciles o peligrosas.
De hecho, si uno mira desde suficientemente atrás, se hace claro que el desarrollo Tecnológico en la institución más importante que tenemos y la búsqueda de tecnología socialmente útil (no armas) debería ser la prioridad más alta de la cultura. Al mismo tiempo, el desarrollo tecnológico es brindado por una particular corriente de pensamiento o de proceso… este podría ser llamado “El Método Científico”.
Carl Sagan fue una vez citado diciendo algo al efecto de “la sociedad le da la bienvenida a los regalos de la ciencia, pero rechaza sus métodos”. Esto es muy cierto en la era moderna, dado que lo que la gente falla en entender es que la ciencia no es sólo una herramienta… es casi una funcionalidad universal que puede ser aplicada a la sociedad en maneras que muchos siquiera pensarían.
Parece obvio que la tecnología mejora nuestras vidas y sirve como el mayor liberador de vida humana en el campo material… ¿entonces por que sus métodos no son aplicados a la sociedad como un todo?
Obviamente, el método científico es utilizado constantemente para sistemas aislados, pero nunca ha sido verdaderamente considerado en maneras más amplias. Esto es debido ampliamente a viejas supersticiones que se enfrentan a la lógica de la ciencia a favor de una visión del mundo altamente romantizada, antigua y dogmática.
Si tuviéramos la elección de reconstruir una sociedad desde cero, ¿cómo lo haríamos para hacerla más eficiente, sostenible y humana? Esta es nuestra perspectiva. Obviamente, no podemos crear una sociedad desde cero pero el punto es claro. Es hora de que dejemos de pensar en incumbencias y limitaciones monetarias, y empecemos a pensar en las posibilidades que tenemos aquí en la Tierra en el sentido más amplio.
Es este interés el que ha creado el concepto de ‘Economía Basada en Recursos’. El Proyecto Venus ha estado trabajando en este concepto hace un largo tiempo y su basamento es muy simple.
Examinamos, preservamos y maximizamos nuestro uso de recursos planetarios en conjunción con información abierta y desarrollo tecnológico. En esta visión, muy poco es dejado a interpretación subjetiva, dado que es una estrategia derivada científicamente para contribución social en su núcleo. Desde ahí, los parámetros científicos trabajan ellos mismos según las posibilidades.
miércoles, enero 07, 2009
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