lunes, diciembre 19, 2005

R.I.P. Sentido Común

Hoy lloramos la muerte de un querido amigo: Sentido Común,
que estuvo entre nosotros durante muchos años.

Nadie sabe a ciencia cierta cuántos años tenía, puesto que
los datos sobre su nacimiento ya hace mucho que se perdieron en los vericuetos de la burocracia.

El será recordado por haber sabido cultivar lecciones tan valiosas como entrar y salir de la lluvia y por qué los gorriones que madrugan consiguen lombrices. La vida no siempre es justa y, tal vez, yo haya sido el culpable.

Sentido común vivió bajo simples y eficaces consignas (no gastes más de lo que ganas) y estrategias parentales confiables (los adultos -no los niños- están a cargo).

Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se aplicaron reglas bien intencionadas pero arbitrarias.

Informes respecto de un niño de seis años acusado de abuso sexual por haberle dado un beso a una compañera de clases, el caso de adolescentes suspendidos del colegio por haber usado enjuague bucal después de almorzar y, el que una maestra fuera despedida por reprender a un alumno indisciplinado, sólo hicieron que su condición empeorara.

Sentido común perdió terreno cuando los padres atacaron a los maestros, simplemente por hacer el trabajo en el que ellos fracasaron: disciplinar a sus ingobernables hijos.

Declinó aún más cuando las escuelas debieron requerir un permiso de los padres para administrar una aspirina, o un protector solar, o colocar una cinta adhesiva a un alumno pero; eso si; no podían informar a los padres si una alumna estaba embarazada y quería abortar.

Sentido Común perdió su deseo de vivir cuando los diez mandamientos se convirtieron en nada, las iglesias en negocios, y los criminales recibieron mejor trato que sus víctimas.

Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pudiera defenderse de un ladrón en su propia casa pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión. O que los jubilados tengan que perder tiempo y dinero realizando docenas de trámites para poder obtener algo por lo que trabajaron toda su vida.
No hablemos entonces de cuando mi dinero no es mi dinero hasta que al empleado bancario se le ocurra entregármelo.

La muerte de Sentido Común fue precedida por la de sus padres: Verdad y Confianza; la de su esposa, Discreción; la de su hija Responsabilidad, y la de su hijo Raciocinio.
Lo sobreviven sus tres hermanastros: Conozco Mis Derechos, Otro Tiene La Culpa y Yo Soy Una Víctima.

No hubo mucha gente en su funeral porque muy pocos se enteraron de que se había ido. Si aún lo recuerdas, comenta esto. En caso contrario, únete a la mayoría y no hagas nada.
Sentido Común, hasta siempre!

MrBlackwell