lunes, mayo 21, 2007

Guía Rápida Para Comprar Un Home Theatre

Hay una gran desinformación sobre lo que realmente puede conseguirse con un home theater o equipo para cine en casa. Además, la mayoría de las veces el usuario no se preocupa de informarse, comprando lo que le ofrece el vendedor de turno sin mirar más opciones.

Por eso muchos terminan prácticamente comprando a ciegas, muchas veces un equipo de los llamados todo en uno (dvd + amplificador + parlantes). Sin ser una mala opción, especialmente para los principiantes con poca disponibilidad económica, siempre será muy mejorable ya que este tipo de equipos no es posible ampliarlos y habitualmente presentan bastantes limitaciones tanto en conexiones, como en potencia o calidad sonora.

Otros usuarios, inquietos y con una cierta idea de lo que el formato puede dar de sí, consultan en tiendas, Internet, prensa... en busca de algo más. Y lo que al final encuentran es un montón de información que no saben cómo digerir y utilizar; un montón de tecnicismos que no les dicen nada, así como una multitud de formatos y parámetros que no llegan a comprender.

Para esta gente que busca entrar en el mundo del cine en casa con buen pie está dirigida esta pequeña guía donde se repasan los puntos básicos que tiene que tener en cuenta el comprador novato que aspira a tener un equipo de cine en casa.

Nuestros primeros pasos.
Lo primero que tendremos que plantearnos es dónde ira montado nuestro futuro equipo y en base a esto establecer nuestras necesidades.
También es importante conocer el uso principal que le daremos; es decir, si vamos a escuchar más música (alta fidelidad) que cine (películas en DVD en general) o viceversa. Y lo mas importante: ¿cuánto estamos dispuestos a pagar?

Conocidos esos datos se puede hacer un pequeño reparto del presupuesto para cada componente.
A modo orientativo, para un equipo equilibrado que puede servir tanto para música como para cine, y para un equipo con buena relación calidad-precio de tipo medio, se podría poner un 50% para las cajas y el otro 50% para la electrónica (amplificador). Naturalmente, la balanza puede variar según el uso al que se vaya destinar nuestro futuro equipo.
A esto hay que añadir el gasto en cables, que no es despreciable ni mucho menos como algunos pueden pensar a priori.

El amplificador.
La elección del amplificador vendrá marcada por dos datos principalmente: el tamaño de nuestra sala de escucha y el uso que le vayamos a dar (música o cine) como ya dijimos al principio del artículo.

Para lo primero basta con conocer las dimensiones del recinto de audición. Hasta unos 20m² cualquier amplificador de gama media-baja para arriba podrá llenarlo. Para tamaños superiores, será mejor contar con un amplificador de mayor potencia hablando en vatios.

El segundo punto importante es el uso que le vamos a dar. Un amplificador no actúa de igual manera con música en alta fidelidad que con cine. Algunas marcas fabrican productos más orientados para escuchar películas y otros construyen amplificadores más musicales.

Con esto no quiero decir que un amplificador recomendado para cine no sirva para escuchar música; solamente que posiblemente otro más musical nos dará un resultado mas satisfactorio en escuchas de música estéreo, aunque esto depende mucho de marcas, modelos y niveles de precio, así como de nuestra apreciación del sonido.

Las casas que fabrican amplificadores actualizan con bastante celeridad sus modelos para ajustarlos a los nuevos formatos de audio que cada día aparecen en el mercado e intentan convencernos de que es lo que nosotros necesitamos. Por ello, hay que tener claro qué es lo que podemos montar en nuestro salón: es muy difícil que en un salón de una casa normal podamos incluir 6 parlantes, y rara vez podremos incluir 7. Por ello resultará inútil que nuestro nuevo amplificador incorpore Dolby Digital EX, DTS ES 6.1 y demás formatos multicanal que superan el archifamoso 5.1. y que obligan a poner mayor número de parlantes, con resultados más apreciables en grandes salones que en uno de tamaño medio.

Por lo tanto, a no ser que poseamos espacio de sobra, dinero y ganas de llenar la habitación con parlantes que mejoren la sensación de sonido envolvente, nos olvidaremos de esos formatos y nos bastará que incluya Dolby Digital, DTS y algún formato que a partir de estéreo nos dé una señal multicanal como pueden ser el Dolby Prologic II, Logic 7 o algún DSP (ambientes sonoros generados a partir de sonido digital o analógico), como los que suelen incluir los amplificadores Yamaha.

Los parlantes.
Son la vía mediante la cual llegará a nuestros oídos todo lo que ha creado la electrónica y son por ello uno de los puntos claves de nuestro equipo. Es importante probar los parlantes junto el amplificador que vayamos a comprar, ya que van a funcionar juntos en nuestra casa y por tanto es crucial ver como trabajan juntos. Debe existir una sinergia entre ambos elementos de modo que ambos se complementen. De hecho, hay ciertas marcas de parlantes que van muy bien con otras de amplificadores.

Según qué tipo de cajas, junto con el amplificador elegido tendremos lo que se denomina sonido europeo o americano.

El sonido europeo se caracteriza por no enfatizar ni agudos ni graves, lo que le quita algo de espectacularidad a costa de ganar en naturalidad y producir una menor fatiga auditiva. Ejemplos típicos son la mayoría de parlantes de marcas inglesas o escandinavas.
En cambio el sonido americano es más contundente, ya que eleva los graves dándole al sonido resultante mayor fuerza y espectacularidad aunque restando naturalidad. Ejemplos típicos son la mayoría de parlantes de marcas norteamericanas.
Según el estilo de música que habitualmente escuchemos nos gustará más un tipo u otro de sonido.

Conocido lo que nos puede aportar un altavoz, vamos ahora a conocerlos un poco más según su ubicación y características.
Dentro de nuestra configuración 5.1, tendremos 4 tipos de parlantes:

Los dos frontales, que nos servirán para escuchar música en estéreo y en cine cargarán con el sonido de ambiente, efectos frontales, la mayoría de la música y una parte de los diálogos. Son los pilares de nuestro conjunto.

El central: de él procederán casi todos los diálogos de las películas, así como parte de la música de las películas y algunos efectos. Es muy importante para cine ya que su buena calidad redunda en una restitución de diálogos nítidos y cristalinos. Si el sonido de la película es mono será el único que suene. Forma con los frontales los tres parlantes claves de un equipo de home theater.

Los traseros o surround: se encargan de reproducir todos los efectos surround que contenga la pista multicanal de la película. Además también suelen tener protagonismo con la música de la película y en las voces fuera de imagen permitiendo una correcta espacialidad.
Generalmente se emplean unas cajas de la misma serie pero mas básicas que las frontales al no tener tanto protagonismo como aquellas, permitiendo así destinar un mayor presupuesto para otros componentes. Si el sonido es mono o estéreo normal estarán completamente mudos.

El subwoofer: se encargará de propagar los sonidos más graves; es decir, las bajas frecuencias por toda la habitación; siendo los principales responsables de esa pegada del sonido que da el toque cinematográfico que se puede notar en un buen cine.
No hay que considerarlo como una caja que saca ruido ni mucho menos; de hecho es un elemento crítico para disponer de un buen sonido, ya que es muy difícil sacar unos buenos graves con definición y riqueza de matices. Habrá que dedicar algún tiempo a ver cuál se adapta mejor a nuestras necesidades y a las características de nuestro equipo. Es muy importante que tenga una calidad semejante a el resto de parlantes de conjunto y que esté en consonancia con ellos.

Los equipos de escasos graves como los compuestos por parlantes satélites de pequeño tamaño a veces tienen en vez de subwoofer lo que se llama un cajón de graves que cumple las funciones del subwoofer y además a través de él suenan también los graves que no pueden reproducir los frontales por sus limitada respuesta de frecuencia.

En sonido multicanal cada canal tiene su propia señal de modo que la carencia de uno nos deja sin escuchar parte de la gama sonora completa.

Hay que resaltar la conveniencia de que los frontales, el central y los traseros sean de la misma marca y serie para un correcto equilibrio tímbrico.

Conocidos un poco más los diferentes tipos de parlantes, ahora nos toca seleccionar el tipo de conjunto que vamos a colocar en nuestro salón. Esta elección da verdaderos quebraderos de cabeza a mas de uno.

Hay dos tipos de conjuntos de parlantes:

Los packs de satélites + subwoffer: packs de 5 parlantes mas un subwoofer o cajón de graves que ocupan poco espacio y cumplen sus funciones en cine, aunque para música en estéreo suelen flojear. Son la opción elegida habitualmente cuando no hay demasiado sitio o dinero al ser más económicos, así como cuando se desea que pasen desapercibidos dado su menor tamaño y a veces su cuidado diseño. Ejemplos clásicos: JBL 178 o Kef 2005.

Siempre tendremos la posibilidad de sustituir sus frontales por una pareja de parlantes de todo rango para las escuchas de música en estéreo, si es que realmente no nos convencen en este apartado.

Parlantes convencionales: parlantes que abarcan un rango de frecuencias más amplio en cuanto a graves se refiere, respecto a la que ofrecen los satélites que normalmente es mucho más reducida en estos últimos. Son mas voluminosos que los anteriormente mencionados.

Dentro de los parlantes convencionales tenemos dos tipos: de estantería y de columna. Los de columna están pensados para ser colocados directamente sobre el suelo (encima de puntas de desacoplo), mientras que los de estantería necesitan algún tipo de apoyo, ya sea un pie especifico o encima de un mueble, no siendo esto ultimo demasiado aconsejable por el llamado efecto suelo que afecta al sonido. Los de estantería por lo general están menos dotados para dar respuesta en graves que sus hermanos de columna en buena parte por el mayor tamaño de los conos de graves (woofers).

Este tipo de altavoz todo rango es mucho mas recomendable si nuestra intención es escuchar música además de ver cine. Si optamos por comprarnos los 5 parlantes todo rango podremos obviar en un primer momento el subwoofer, aunque siempre será una gran mejora incluirlo.

Pero lo mejor para evaluar los parlantes es, sin ninguna duda, escucharlos porque el sonido es algo muy personal. Cada cual tiene su sonido preferido y, además, el oído se va haciendo con el tiempo, de modo que si no estamos acostumbrados a un sonido de calidad cualquiera cosa nos parecerá buena (lo que algunos llaman tener oído de madera) y en cuanto nos vamos acostumbrando cada vez pediremos más calidad.

¿Y una vez que elegimos el equipo?
Sólo nos faltará un cableado acorde con lo elegido, para lo que aproximadamente habrá que invertir entre un 10 y un 15% de lo que nos hayamos gastado en el equipo y para lo que es aconsejable acudir a marcas reconocidas y seguir los consejos del vendedor si éste es un buen profesional y conoce bien lo que vende. Intentaremos evitar el cable de "garrafa" que es barato pero que hace que estemos desaprovechando la capacidad sonora de nuestro equipo y perdiendo una calidad que está presente.

También habrá que ubicar cada elemento lo más correctamente posible y configurar y optimizar adecuadamente los dintintos elementos de acuerdo con la sala donde vamos a ponerlos, factor fundamental para sacar rendimiento de nuestro equipo de cine en casa.


jueves, mayo 03, 2007

KISStorieta 5