martes, noviembre 27, 2007

Violencia y Exclusión

Sostener la idea de que la inseguridad es consecuencia de la marginación social implica legitimar el uso de la violencia como medio para emparejar las desigualdades económicas.


El fin de semana pasado, el ministro de Seguridad (¿?) de la provincia de Buenos Aires, León Arslanian, concedió un reportaje al diario Perfil, donde afirmó que "en la violencia hay una lucha de clases entre excluidos y no-excluidos".

Es obvio que, como abogado, el ministro debe conocer la máxima que reza "a confesión de parte, relevo de prueba". Porque, efectivamente, frente a semejante acto de sinceridad brutal, no le queda nada más que demostrar a aquellos que sostienen que el fracaso de las políticas de seguridad y el subsecuente crimen rampante que azota a la sociedad son consecuencia del prisma ideológico con que se encara el problema. León Arslanian ha dicho, con todas las letras, que la violencia es producto de la lucha de clases. Los protagonistas son, de un lado, los que tienen y, del otro, los que no tienen.

El concepto es gravísimo y explica por qué el problema no se resuelve. Si bien es perfectamente normal que un gobierno popular y democrático tenga una preferencia inicial por los que no tienen, suponer que ellos utilizan la violencia contra los que tienen para "emparejar los tantos" de la justicia es una aberración. Si admito que la violencia es el método que usan mis preferidos para obtener lo que la igualdad no les da, es obvio que autolimito mi accionar para terminar con ella: ir contra la violencia sería, en alguna medida, ir contra aquellos por los cuales tengo predilección.

Si uno continuara esta línea de pensamiento, no tardaría en caer en la conclusión de que Arslanian cree que los excluidos deciden salir a matar, a robar y a secuestrar no-excluidos para sacarles la parte de riqueza que creen que en realidad les pertenece y que está mal distribuida. Es el razonamiento propuesto en "El Manifiesto Comunista" de Marx y Engels, donde se propone que el proletariado debe utilizar la violencia para alcanzar el poder y constituirse como clase dominante: el método consiste en "arrancarle a la burguesía todo el capital" por la vía de "una violación despótica del derecho de propiedad". Según esta visión, los excluidos que utilizan la violencia contra los no-excluidos serían la avanzada de aquel proletariado que quiere arrancarle a los no-excluidos la propiedad de todo el capital.

A los pocos días de tamaño exabrupto, el vicejefe de Gabinete de la Nación, Jorge Rivas, fue salvajemente atacado y el golpe en la cara que recibió con una manopla le produjo un derrame cerebral que lo dejó en coma. El Gobierno intentó (fallidamente, pero lo intentó de todos modos) hacerle creer a la ciudadanía que el funcionario había sufrido un accidente cardiovascular mientras conducía su auto en la madrugada de Lomas de Zamora, con el objetivo evidente de que el hecho no se inscribiera como un caso de inseguridad que, esta vez, había alcanzado a uno de ellos. El plan falló porque la ciencia demostró que el derrame había sido causado por el golpe. Lo que llama la atención, sin embargo, es que la propia esposa de Rivas, dijera "en un primer momento" que su marido venía sufriendo "dolores de cabeza". La versión fue desmentida por los propios amigos que habían cenado con el funcionario aquella noche, quienes aseguraron, con todas las letras, que Rivas gozaba de "una excelente salud".

Caída la intentona, se continuó con el "plan B": hacer pasar el caso como algo que "sucede en todas partes" y por lo que no hay que preocuparse más allá de inscribirlo como un episodio aislado de robo menor que tuvo un final "no querido".

Resulta francamente repugnante que funcionarios que se supone deben encarnar la vigencia del Derecho y la protección de la vida y de la propiedad de las personas honradas que no cometen otro delito que no sea el de trabajar tengan este concepto vergonzoso de la problemática del delito y de los delincuentes. Cientos de inocentes, personas honestas que solo vivían para soñar un futuro mejor para sí mismos y para sus familias, han muerto como consecuencia de crímenes horribles que truncaron para siempre la felicidad de los suyos. Creer que ellos son víctimas "justas" que merecían su destino por tener más que sus asesinos constituye una postura insostenible en una democracia de bien nacidos.

Que la ideología pueda nublar hasta tal punto el entendimiento como para llevar a la propia esposa de una víctima a negar la gravedad de la situación por la que atraviesa el país desde el punto de vista de la seguridad física hace pensar, lisa y llanamente, que exponen públicamente esa postura porque, lejos de creer que la sociedad está frente a un problema, consideran que lo que está ocurriendo es lo que tiene que ocurrir: que los que no tienen salgan a sacarles a sangre y fuego a los no-excluidos lo que tienen. Y que los no-excluidos lo tienen que aceptar por su posición de "privilegio" en la sociedad. Si bien se mira, se trata de la misma base conceptual que justifica y argumenta el apriete económico contra los sectores a los que se identifica como "exitosos" de los años 90: como ganaron, ahora tienen que perder. Por otra parte, la concepción conlleva la idea de ignorar la honestidad de la mayoría de los excluidos que aún siguen apostando al trabajo honrado para salir de su escasez.

Solo un odio profundo acompañado de un falso y hueco intelectualismo puede explicar semejante convicción. La conciencia de Arslanian debe ser muy fuerte como para llevar sobre sus espaldas la responsabilidad por las muertes de tantos inocentes. Lo más grave es que quienes deciden nombrar este tipo de funcionarios piensan como ellos. Así, Arslanian podrá cesar alguna vez en sus funciones, pero mientras no se remuevan las cabezas pensantes que entronizan este resentimiento, tampoco se removerán las razones verdaderas de la multiplicación de la violencia y del delito.

lunes, noviembre 26, 2007

El Nuevo Invento: Llamarse "Productivista"

esto me lo envió mi amigo Claudio y me parece sensato que Uds también lo lean....

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Los inventos idiomáticos a los que somos afectos en la Argentina nos
sumergen en un mundo de eufemismos que esconden la realidad y nos impiden
ver los hechos tal cual son.

Los argentinos tenemos la manía de estar todo el tiempo inventando palabras
para tratar de explicar lo inexplicable.
Creamos la "pesificación" para disimular lo que en el fondo fue una confiscación
de la propiedad privada.
El "corralito" para no decir que la gente tenía prohibido retirar su dinero
de los bancos.
Nos referimos a los "superpoderes" en vez de expresar que la democracia republicana
no existe y el Poder Ejecutivo puede disponer del dinero de los contribuyentes
de la misma forma en que lo hacían los señores feudales con sus súbditos.
Estas palabras y otras tantas como "estilo K", "transversalidad" o
"factor de empalme" se agregaron en el último tiempo a nuestro diccionario cotidiano.

El listado es largo, pero ahora le acabamos de agregar
un nuevo invento idiomático: "productivista".

Este flamante término se usa para afirmar que tal o cual economista o dirigente
empresarial son "productivistas".

¿Qué significa ser "productivista"?
Aparentemente, se trata de una persona que cree que la política económica
tiene que poner el acento en la producción.
¡Qué genial descubrimiento!
Resulta que en pleno siglo XXI descubrieron una nueva teoría económica por la
cual la economía tiene que estimular la producción.

Imagino que quienes se llaman a sí mismos "productivistas" pretenden ser la
antítesis de aquellos que, supuestamente, defienden lo financiero por sobre
la producción.

Ahora bien, no todos los que aseguran que quieren estimular la producción
logran su objetivo con las medidas que aplican. Por ejemplo, durante la
campaña electoral de 1983, Raúl Alfonsín decía en sus discursos que cuando
asumiera como presidente iba a ir con los gerentes de los bancos a levantar
las persianas de las fábricas. La realidad es que bajo su gestión se
desarrolló el más fenomenal festival de bonos que uno recuerde, aparecieron
las famosas cuevas para hacer negocios financieros y el país estalló en una
hiperinflación que paralizó totalmente la producción.

Otro caso similar y más reciente se dio cuando el presidente Néstor
Kirchner sostuvo, pocos días antes de las elecciones, que su gobierno había
adoptado medidas para que las tasas de interés bajaran al 12% anual para
los préstamos para consumo y al 9% para los préstamos a empresas. Sería muy
interesante que algún funcionario de la actual administración informara en
qué banco público o privado se otorgan esos créditos. De paso, también
sería bueno que ese mismo funcionario público le comunicara a la población
dónde se pueden conseguir los famosos créditos para inquilinos. O, al
menos, que dieran los datos de cuántos de esos créditos fueron otorgados y
el monto total de los mismos.

Por otra parte, parece que llamarse "productivista" se relaciona con
proclamar a los cuatro vientos, en contraposición con los 90, la política
de desendeudamiento que nos vende el gobierno. Es que luego del aumento de
la deuda pública de los 90, ahora está de moda hablar de producción y
despreciar las políticas financieras públicas. El problema es que, después
de haberle pagado al Fondo Monetario Internacional (FMI) la totalidad de la
deuda y habiendo hecho una de las quitas de capital más grandes de la
historia económica mundial, y sin incluir los 26.000 millones de dólares de
los bonos que no entraron en el canje, el stock de deuda pública al 30 de
junio llegaba a los 138.000 millones de dólares, solamente 7.000 dólares
menos que al 31 de diciembre de 2001, cuando se declaró el default por
entender que la deuda era impagable.

No se entiende muy bien, entonces, qué quieren decir con "productivistas",
porque si de tasas de interés se trata no ha sido este gobierno, al igual
que el de Alfonsín, el que ha conseguido niveles de tasas consistentes con
lo que puede pagar el sector real de la economía o, para decirlo en
palabras de la nueva corriente "productivista", tasas de interés que está
en condiciones de pagar la producción.

Tampoco puede alegar este gobierno que pone la producción delante del
endeudamiento ya que, como hemos visto, ha batido récords de rapidez para
aumentar el stock de deuda pública y creado una nueva patria financiera que
vende electrodomésticos a 24 meses sin intereses. Toda una novedad ésta de
que la tasa de interés sea igual a cero, dado que implica que hay alguien
que está dispuesto a postergar consumo presente por consumo futuro sin
recibir nada a cambio. La realidad es que la pantalla de plasma es sólo una
excusa para vender cuotas a tasas gigantescas. Así como hoy venden
televisores a 24 meses sin intereses, mañana podrían ser salchichas, porque
el negocio del modelo "productivista" pasa simplemente por vender cuotas.

Es verdad que en el pasado se intentó sustituir las reformas estructurales
por mecanismos financieros. Se creía que por el simple hecho de colocar más
deuda, armar un blindaje o hacer un megacanje se evitaba tener que reformar
el sector público, la legislación laboral, el sistema tributario, la
apertura de la economía y demás medidas que todos los países que hoy crecen
adoptaron en su momento.

Esa sustitución de reformas estructurales por deuda pública, que terminó
estallando, no tiene hoy en día su correlato con medidas de fondo. En vez
de esconder los problemas estructurales detrás de un mayor endeudamiento,
hoy se los oculta detrás de un dólar artificialmente alto financiado con el
impuesto inflacionario. Y al tan criticado endeudamiento de los 90, ahora
se le agrega una maraña de subsidios insostenible en el tiempo, junto con
un fuerte castigo impositivo a la producción agrícola, ganadera y
petrolera, entre otras.

Así, dudo que alguien pueda llamarse "productivista", si por esta palabra
se entiende incentivar la producción, cuando se impulsa una carga
tributaria que, en el caso de la soja, significa que el Estado se queda con
toda la producción sojera de la provincia de Buenos Aires más la mitad. Es
decir, se lleva el equivalente a una provincia de Buenos Aires y media en
toneladas de soja.

Menos que menos puede hablarse de incentivar la producción cuando se
recurre al teléfono rojo para amenazar a quienes producen (aunque, dicho
sea de paso, el único mérito de la política de Guillermo Moreno es haber
dejado al descubierto la calidad de buena parte de la dirigencia empresaria
argentina).

Anclados en los 40, los "nuevos productivistas" creen que producir sólo
implica hacer algo físico. Un médico, un docente o un ingeniero no producen
nada para los "productivistas". Todavía no se enteraron de que el 66% del
PBI de los países desarrollados proviene del sector servicios.

Dejando de lado el retraso ideológico imperante, lo cierto es que el actual
modelo productivo o "productivista" lejos está de haber dejado las mañas
del pasado más reciente que tanto critican. No hubo reformas estructurales
y se las sustituyó, al igual que antes, recurriendo a políticas de fuerte
endeudamiento y crecientes tasas de interés, más el agregado de la
inflación y los controles de precios. Un cóctel de explosivos de alta
potencia que han armado los nuevos "productivistas" y que ha sido puesto en
las entrañas del mismo sistema productivo.

Roberto Cachanosky


© www.economiaparatodos.com.ar

miércoles, noviembre 21, 2007

Progresismo: El Motor De La Decadencia?

En un escrito fechado el 15 de febrero de 2004 aseguraba
que el denominado “progresismo” era una “carátula irónica”
que tenía por medular estrategia convertir
“a los errores en virtudes y, a partir de ello,
derramar su deterioro cultural multiplicador en el seno de la sociedad”
por la “relativización extrema de todos los valores imperantes
en una sociedad que jerarquiza el orden en libertad y la justicia para la paz.”
como bien lo afirma el ensayista Silvio Maresma.

Esa correcta aseveración llevó al nuevo Presidente de Francia Nicolás Sarkozy a afirmar, con absoluto conocimiento y "certividad" descriptiva de los efectos ocasionados por el denominado progresismo en su país, que el acto electoral que lo llevo a ese cargo significaba haber “derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas”.

Esa saludable derrota significaba, para Sarkozy y el mundo no delirante, intentar terminar con la absurda premisa progresista de "vivir sin obligaciones y gozar sin trabas".

Por último, como si el Presidente francés hubiera estado soportando el progresismo imperante en varios estados latinoamericanos, condenó la premisa de la izquierda progresista de “...renunciar al mérito y al esfuerzo, que atiza el odio a la familia, a la sociedad y a la República”.

Es precisamente lo que han estado haciendo esta última década en Sudamérica algunos gobernantes del denominado progresismo populista como Hugo Chávez, Evo Morales y Néstor Kirchner quienes, al decir de Sarkozy, han convertido -con paradójico garantismo-, a los vándalos en buenos y a la Policía en mala, a la sociedad en culpable y al delincuente en inocente, se oponen al desalojo de los “okupas” siempre que no sea en sus casas, dicen que adoran la periferia, pero jamás viven en ella, le han tomado el gusto al poder y lo ejercen en su propio beneficio, de sus amigos o sus familiares, que han inventado impuestos y retenciones para financiar al que “cobra del Estado sin trabajar” significando “el triunfo del depredador sobre el emprendedor”.

En definitiva nuestra realidad describe descarnadamente el desprecio que el progresismo le tiene a la “normalidad” al estimar, ellos, que cada nuevo paso que se da hacia la decadencia es un avance cultural. En definitiva, cumplir con la vieja premisa leninista de “cuanto peor mejor”.

Esa premisa, no conforme el progresismo con haberla impuesto en varios países sudamericanos, la ha proyectado a las relaciones internacionales, especialmente en el bloque regional.

En efecto, en sus dos variantes de progresismo, el populista que practican Chávez, Morales, Correa y Kirchner o el intelectual de Michelle Bachelet y Tabaré Vázquez, han sumido a Sudamérica en particular en una zona de conflicto permanente como no se vivía desde las dictaduras de Augusto Pinochet, Jorge Videla o Juan María Bordaberry.

Gracias a estos gobiernos “ progres” la Argentina gobernada por Kirchner se enfrenta con el Uruguay de Tabaré al mismo tiempo que mantiene el conflicto o litigio por incumplimiento de contratos con el Chile de Bachelet , sin descuidar sus malas relaciones con el sensato gobierno de Brasil o sus extrañas alianzas con el belicista Chávez.

El gobierno “progre” de Bachelet en Chile, además, sostiene sus conflictos territoriales, como durante la dictadura de Pinochet, con Perú y con la Bolivia del progre-populista-chavista Evo Morales.

La Bolivia “indoprogresista” de Evo Morales, en paralelo, proyecta su delirio enfrentándose con Brasil y provocando aspiraciones separatistas dentro de su propio territorio.

El más emblemático de este coro desafinado y vergonzante de presidentes “progres”, el napoleónico Hugo Chávez, usa la tribuna que le brindó la boicoteada Conferencia Iberoamericana de Presidentes y Jefes de Estado para, con cobardía propia del peor autoritarismo, hablar de un ausente como una etapa más de su absurda belicosidad contra el sentido común. Una muestra de ello es apoyar a la “narco-guerrilla” colombiana de las FARC, en una clara extorsión hacia uno de los pocos gobiernos sensatos de la región como es del Presidente colombiano Álvaro Uribe, gobierno que, a su vez, es acosado desde el sur por el último arribado a este Club Podercrático, el castro-chavista Rafael Correa, quien ha tenido el extraño mérito de revivir la disputa de Ecuador con Colombia.

El definitiva el denominado “progresismo”, no es más, ni menos, que el causante de haber destruido una sana convivencia continental forjada por los presidentes sudamericanos que gobernaron en la década del 90. Con los hechos a la vista, resulta una cruel ironía, y una burda hipocresía, asegurar o sospechar que el progresismo es funcional al progreso. Todo lo contrario, como se puede apreciar, es la antesala del caos y el conflicto.

Esto, que ya va siendo advertido por los pueblos que sufren la angustia existencial de este modelo “progre”, sólo podrá ser contrarrestado si quienes promueven el orden en libertad y con justicia social, como Sarkozy, resuelven librar la batalla cultural que el mundo empieza a reclamar sin renunciar tanto a la modernidad del fabuloso avance tecnológico como a los principios fundamentales de la República y la integración continental.

Ineficaz Gestión Oficial Contra Las Drogas

Dos de las problemáticas más acuciantes de la sociedad argentina son la inseguridad y el alarmante crecimiento del narcotráfico y consumo de drogas, especialmente en jóvenes y niños.

Estas dos cuestiones, que no por casualidad van de la mano, dependen pura y exclusivamente del Ministerio del Interior.

En este sentido, la gestión de Aníbal Fernández tiene varias falencias y débitos después de haber estado poco más de cuatro años al frente de tan importante cartera, como por ejemplo, un muerto por día por consumo de "paco", 10 niños al día internados en hospitales de todo el país por consumo excesivo de substancias, muertes de adolescentes como consecuencia de la oferta irrestricta de todo tipo de substancias ilegales y jóvenes internados con severos trastornos cardíacos producto del consumo de drogas de síntesis.

El aumento de la oferta de drogas, agregado al magro presupuesto en prevención y la exigua oferta de atención gratuita para adictos a nivel nacional, no nos deja otro apelativo para describir la actual situación nacional respecto de las drogas..., estamos frente a un "genocidio".

En tal sentido, estos son algunos “logros” del Ministro Aníbal Fernández en su gestión:

1) Por circular, el ministro del Interior prohibió oportunamente a la Policía Federal Argentina realizar tareas de prevención de drogas.

2) Durante su gestión, por circular, prohibió a las fuerzas de seguridad a su cargo, participar de los “cursos de actualización en la lucha contra el narcotráfico” que dicta la SEDRONAR a todas las policías del país y otros organismos de seguridad.

3) Durante su gestión, se instalaron tres cárteles en Capital Federal, los que se han distribuido las zonas de venta de drogas en partes equitativas.

4) Durante su gestión, se crearon más de 500 bocas de expendio de drogas solamente en Capital Federal.

5) Desde el inicio de su gestión, la Fuerza Aérea tiene prohibido el control del espacio aéreo de Argentina. Además, no se ha radarizado el norte de la República.

6) Durante su gestión, el aumento de oferta de substancias prohibidas nos puso en los niveles más altos de consumo de drogas. Naciones Unidas informó que Argentina es primer consumidor de cocaína en escuelas secundarias de toda Latinoamérica.

7) Durante su gestión, la SEDRONAR tiene "presupuesto cero", para realizar campañas preventivas sostenidas en el tiempo en medios nacionales de comunicación.

8) Durante su gestión, Aníbal Fernández fue el principal impulsor del proyecto de ley de reforma del Código de Procedimientos en Materia Penal. Este proyecto pretendía despenalizar la venta minorista de drogas y bajar la pena a los narcotraficantes. Cuando fue rechazada por el Congreso Nacional, Aníbal Fernández dijo: “en dos años la sociedad estará preparada para aceptar esta reforma”.

9) Durante su gestión, ocurre que: a) No hay un sólo juez en la República que haya enviado a un penal a un adicto por su condición; b) el 70% de los vendedores minoristas quedan en libertad desde tribunales porque se hacen pasar por adictos. Aunque Aníbal Fernández se queje de que la justicia gasta mucho dinero en encarcelar adictos.

10) Durante su gestión, la posición 21 del Aeropuerto de Ezeiza (sector cargas) sigue sin scaners a pesar que fue denunciado en 2005. No hay scanners para los "pallet" (plataformas donde se apilan las mercaderías para exportación). Un avión de carga lleva hasta 130 pallet por viaje.

11) Desde el inicio de su gestión, Aníbal Fernández permite la libre comercialización de publicaciones que enseñan cómo plantar y cultivar marihuana, además de distinto tipo de recetas para fabricar alimentos a base de esta planta; en franca contraposición a los artículos 12 y 28 de la ley 23.737

12) Desde el inicio de su gestión, sigue habiendo 750 pasos clandestinos con Bolivia y 60 pasos clandestinos con Paraguay, desde donde ingresa la droga al territorio nacional.

13) Durante su gestión, Argentina creció considerablemente como productora de cocaína, lo que derivó que las “cocinas” comercializaran también el residuo de la droga bautizada como "paco".

14) Durante su gestión, permite las fiestas electrónicas a sabiendas que son espacios donde se expenden drogas de diseño, como el éxtasis. Además, en esos lugares se corta el agua corriente, (La ingesta de esta droga demanda un consumo considerable de agua) para así vender botellas de agua mineral a un precio exorbitante, no siendo plausibles de clausuras o cierre de los locales.

15) Durante su gestión, intentó echar a Marcelo Saín, Jefe de la Policía Aeroportuaria, por realizar un procedimiento antidrogas que culminó en Río Gallegos, Provincia de Santa Cruz.

En definitiva, seguramente Aníbal Fernández será premiado con alguna embajada en Perú o Colombia por su desempeño ministerial. De esa manera, puede ser que los ciudadanos de Quilmes, quienes le dieron la espalda en las últimas elecciones, se olviden de que existe.

Pablo Dócimo


Referencias:

Pedido de Claudio Izaguirre, Presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina al Presidente Kirchner. AUDIO Radio 10: http://www.infobae.com/contenidos/344561-100884-0-En-Capital-hay-500-bocas-expendio-drogas

Respuesta de Aníbal Fernández a Claudio Izaguirre. AUDIO Radio 10:
http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=344782&IdxSeccion=0

FUENTE:
Asociación Antidrogas de la República Argentina

lunes, noviembre 19, 2007

Conflicto del Papel Con Uruguay (la Posta!)

Una Verdad Que Los Medios No Se Atreven A Contar (o como engañar a la chusma)


Una historia falaz, de acusaciones cruzadas, violencia injustificada, desconocimiento general y prejuicios varios. No es la trama de una película de suspenso, sino los ingredientes de un culebrón que promete llevar a una escalada sin precedentes a dos países que han sido históricamente hermanos.

Todo se inició por la instalación de dos plantas de celulosa en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, en el margen oriental del Río Uruguay y el consecuente desagrado de un grupo de vecinos de la ciudad de Gualeguaychú, preocupados por una posible contaminación.

Como se ha visto a través de los medios de comunicación, este conflicto ha ido aumentando a lo largo de los meses hasta llegar a límites intolerables, y hasta vergonzosos.
Ayudó a que esto sucediera la negativa a dialogar por parte de los asambleístas de Gualeguaychú, la incapacidad de "escuchar" por parte de ciertos referentes políticos, los prejuicios públicos a la hora de opinar sobre algo que se desconoce y la desinformación que han aportado algunos medios de prensa.

En el presente artículo se analizarán las principales afirmaciones en relación a la eventual contaminación de las mencionadas pasteras -especialmente Botnia- y se contrastarán con la realidad y la información científico-académica que cualquier ser pensante y con un poco de idea sobre el tema, podría recabar si realmente estuviera interesado .

Diario de una mentira

Aunque el principio del conflicto por las pasteras fue formalmente el 3 de octubre de 2003, debido a la oportuna protesta de los vecinos de Gualeguaychú, han sido los diarios Clarín y La Nación quienes le dieron la entidad que posee hoy en día y que puede llevar a una ruptura entre las dos naciones mencionadas. Ambos medios, no sólo exageraron sobre lo que estaba ocurriendo, sino que dieron información errónea y subjetiva.

Diario Clarín fue el primero, cuando el 30 de abril de 2005 publicó:

"Los ciudadanos del sur entrerriano cortarán hoy por más de 3 horas el puente internacional General San Martín. El puente, ubicado sobre el Río Uruguay, une Gualeguaychú con Fray Bentos (ROU). Es precisamente a 5 km de esta ciudad que las multinacionales ENCE, de Pontevedra, España, y Metsa-Botnia, de Finlandia, planean radicar dos megaplantas de pasta celulósica (una sería la más grande del mundo), con una inversión de más de 1.500 millones de euros entre ambas. El conflicto data de mediados de 2003. La tecnología a emplear por ambas fábricas tiene antecedentes de producir graves contaminaciones en agua, aire y tierra, como la lluvia ácida".

No casualmente, dos de las afirmaciones de Clarín se dieron de bruces con la realidad: ninguna de estas pasteras es la más grande del mundo y los antecedentes mencionados de contaminación son irreales. Ni Botnia ni Ence han tenido jamás una denuncia de ese tenor en sus países de origen.

Rápido de reflejos, el domingo 15 de mayo de 2005, Clarín cambió el discurso y atribuyó a los asambleístas las afirmaciones por contaminación:

"Los vecinos de las localidades vecinas entre ellas, Fray Bentos y Gualeguaychú, sostienen que las plantas de celulosa generarán una importante degradación en el medio ambiente".

Por su parte, diario La Nación hizo lo suyo el domingo 22 de mayo de 2005:

"Lo que tampoco tiene vuelta, porque lo confirmaron todas las partes consultadas, es el hecho de que Uruguay carece de la capacidad técnica para controlar que las emisiones de cloro y humo no adquieran niveles nocivos, pues Gualeguaychú, con su industria turística, está casi enfrente de Fray Bentos, donde ya no se descarta que haya que cambiar de lugar la toma de agua que abastece del líquido a la ciudad".

Hubiera sido clarificador que La Nación puntualizara cuáles eran "todas las partes consultadas" respecto al conflicto, ya que la mayoría de los especialistas indagados por Tribuna de periodistas niegan haber sido llamados por el conservador diario. Asimismo, es dable destacar que el agua arrojada por Botnia en Finlandia es de consumo humano, tal cual se ha demostrado en más de una oportunidad.

No es menor el hecho de que el conflicto por las pasteras haya sido fogoneado justamente por los diarios Clarín y La Nación, ya que ambos son socios junto al Estado argentino en la firma Papel Prensa , productora de papel destinado a publicaciones periodísticas. En tal sentido, ¿puede ser casual que los dos medios que más arengaron contra las pasteras sean socios de una planta de celulosa?

Por otro lado, es dable mencionar la "paradoja" de que la planta de Papel Prensa, ubicada en un predio de 154 hectáreas a 8 kilómetros de la ciudad de San Pedro, sí es contaminante, lo cual puede apreciarse al analizar la orilla del río Baradero, donde desembocan los "desperdicios" producidos por esta.

Mitos y realidades

Desde el comienzo de este conflicto, hubo media docena de afirmaciones hechas por diversos actores que jamás se han detenido a pensar la realidad de sus propios dichos. Veámoslos uno por uno. Se dijo que:

1-Las pasteras se instalan en Sudamérica porque no aplican los parámetros que rigen en Europa.

Antes que nada, hay que comentar que en Finlandia hay 46 plantas de papel, 19 plantas de celulosa, 70 aserraderos y 22 plantas de tableros. Dicho esto, hay que mencionar que la importación de productos a Europa requiere de un certificado de "cuidado y prevención del medio ambiente", el cual se otorga sólo después de superar una serie de etapas más que rigurosas.

2-Peligrará la vida de la gente de Gualeguaychú.

El 12 de junio de 2006, expertos de la Academia Nacional de Ingeniería ofrecieron al presidente Néstor Kirchner analizar la posibilidad de que las pasteras uruguayas pudieran contaminar, estudio que realizaron pocos meses más tarde.

Luego del análisis de rigor, el mencionado organismo emitió un documento donde aseguró tajantemente que "las plantas no contaminan". Entre otras cosas, la Academia de Ingeniería aseguró: "los parámetros ambientales que resultarán de la operación de las plantas de pulpa están dentro de los límites terminantes de los estándares internacionales aplicables. Por lo tanto, no son esperables efectos nocivos en salud o biodiversidad, y ninguna contaminación afectará las costas o el territorio de Argentina" (Ver dictamen completo al pie).

Bastante tiempo antes de esta afirmación, el 10 de noviembre de 2006, el diario Infobae hizo públicos los comentarios de expertos argentinos en el mismo tema: "Investigadores universitarios explican que los estándares exigidos por la comunidad internacional en la actualidad, no permite márgenes para emitir efluentes con altos porcentajes de cloro como se plantea con las empresas de Fray Bentos.

(...) El presidente del prestigioso Instituto de Tecnología Industrial de la Argentina (INTI), Enrique Martínez, sostiene que 'las nuevas tecnologías, como las que se implementarán en Fray Bentos, hacen que las plantas de celulosa no contaminen con cloro o que el que emite sea despreciable'.

(...) Mario Feliz, docente investigador de la Universidad de La Plata también descarta un problema de magnitud en la instalación de las plantas frente a la ciudad argentina de Gualeguaychú. El científico critica la 'forma en la que se enfrentó el conflicto' y dice que 'analizamos el mundo real desde el 'ideísmo' de la filosofía adquirida en la humedad del café'".

Por otro lado, pocos saben que el gobierno uruguayo ha instalado una red de "laboratorios ambientales" compuesta por 35 centros de análisis que controlarán en tiempo real las mediciones de tierra, aire y agua de la planta de Botnia y que cuenta con la incorporación de un equipo canadiense que calibrará todas las máquinas utilizadas para asegurar que las mediciones sean certeras.

El hecho de haber seleccionado un laboratorio perteneciente al país del norte de América para efectuar los controles de equipos ha respondido a la necesidad de demostrar el alto grado de objetividad de los resultados obtenidos. En este caso Canadá actuará como actor independiente de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), el Laboratorio Tecnológico del Uruguay y otros sectores.

3-Las plantas afectarán al turismo.

Tomando como ejemplo lo sucedido en Finlandia, de donde proviene Botnia, esta afirmación es infundamentada. Allí, el turismo no sólo no ha decrecido a pesar de la instalación de las pasteras, sino que se incrementa al pasar de los años. El 20 de mayo de 2006 diario La Nación dio cuenta de "cómo es la vida junto a la mayor papelera del mundo". Un periodista de ese medio viajó a la ciudad finlandesa de Rauma y debió admitir: "el turismo interno alcanza a matizar un poco la monotonía de este pueblo pintoresco que da al mar Báltico. Los visitantes llegan en verano, casi exclusivamente, cuando el municipio organiza algunos festivales culturales. (...) Para su cultura y esparcimiento recibe una ayuda mínima de las empresas fuertes de la zona, como en este caso Botnia y UPM, firma que instaló aquí la papelera más grande del mundo".

4-La planta afectará la apicultura, la agricultura y la pesca.

Esto no ha sucedido en la periferia de ninguna de las pasteras ubicadas en Finlandia. Por caso, en Lappi, a 15 km de la planta de Botnia en Rauma, existe un apicultor que exporta a más de 10 países de la Unión Europea.

5-Será el polo pastero más grande del mundo.

El dato fue "deslizado" por diario Clarín en el año 2005 y prendió fuertemente en la sociedad a pesar de ser falaz. Existen en todo el mundo 4961 plantas de celulosa y Botnia está lejos de ser la más importante.

6-Botnia no brinda información

Se realizaron 20 foros públicos para informar acerca de los avances de las pasteras, el primero de ellos fue en diciembre de 2003, con 250 asistentes. Esos encuentros fueron publicitados en diversos medios de información.
No obstante intentar hacer público los avances de la construcción de su planta, Botnia ha sufrido la censura de algunos medios de Entre Ríos y como no, de los medios argentinos en general.

A esta altura de la lectura cualquier ser pensante concuerda en que la realidad de lo que sucede en torno a las pasteras uruguayas es totalmente diferente a lo que aseguran los asambleístas entrerrianos y lo que reflejan algunos medios interesados.

Existe en esta disputa un inevitable condimento político, principal responsable de que el conflicto haya llegado a los niveles en los que se encuentra. Por un lado, ha existido la directa intervención por parte del Gobierno nacional a efectos de lograr "politizar" el tema en vista a las elecciones de octubre de 2005. Es obvio que la estrategia ha sido más que útil por la adhesión que se logró en esos días. "El problema vino después, cuando Kirchner se quiso 'despegar' de los asambleístas y no pudo. Por eso, hasta el día de hoy lo tratan de traidor", aseguró una fuente oficial a principios del 2007. El dato es real y tomó cuerpo el pasado 30 de septiembre cuando el primer mandatario aseguró que no había "nada más que hacer, la planta está ahí, y hay que esperar a La Haya". Inmediatamente, los manifestantes reaccionaron duramente contra Kirchner y este tuvo que desmentir sus propios dichos.

Otro de los culpables políticos de este intríngulis es el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, quien utilizó a los asambleístas para sus propios proyectos y luego les soltó la mano. El mandatario provincial llegó a sostener económicamente a los activistas y dejó de hacerlo cuando ya no le convino su respaldo.

No es el primer gesto de hipocresía de Busti: en el año 1991 firmó un decreto que otorgaba incentivos especiales a ciertas industrias, como las celulosas. Fuentes en estricto off the record han asegurado oportunamente que el único motivo por el cual nunca se construyó una planta de celulosa en Entre Ríos fue la elevada coima solicitada por funcionarios de esa provincia.

La posible instalación de una pastera en esa provincia ha sido tan real como la noticia aparecida en el diario El Heraldo de Entre Ríos, el 16 de noviembre de 1988, que dio cuenta de ello, mal que le pese a Busti. El artículo, que aún puede conseguirse en hemerotecas, es más que elocuente: "Buenas noticias: se instala en la costa del río Uruguay fábrica de celulosa, que empleará a 1.000 personas".

Por otro lado, es necesario destacar que Uruguay, antes de que las pasteras comenzaran a operar, hizo los trámites pertinentes ante la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), como exige el protocolo.

El vecino país cumplió en los aspectos formales dando toda la información correspondiente a través de su delegación y la Argentina estuvoa permanentemente informada de las distintas etapas que iba cumpliendo Ence, no sólo para la instalación de su planta de celulosa sino para la construcción de su puerto privado.

Hay, por caso, dos documentos importantísimos que dan cuenta de ello. Uno pertenece a Alberto Fernández, quien afirmó que se ha llegado a un acuerdo con Uruguay en todos los temas vinculantes a la preservación del río Uruguay y a las plantas de celulosa Ence y Botnia.

El otro es un documento que Uruguay presentó hace poco en La Haya: se trata de un acta de entendimiento que el 15 de mayo del 2002 se firmó en Paysandú entre la delegación argentina y uruguaya en la sede de la CARU, en donde se establecía la satisfacción de la delegación argentina por las explicaciones que daba Uruguay, de la calidad de la inversión que se hacía, de que la misma no perjudicaba las aguas, que no perjudicaba el medio ambiente y que, por tanto, no había ninguna razón para oponerse.

Mal que le pese al gobierno argentino, nadie resiste el archivo. Lo que se escribió con la mano no puede borrarse con el codo.


Concluyendo

Como si no fuera suficiente la elocuencia de lo descripto en el presente artículo, existen sendos testimonios que dan aún más claridad al trasfondo de la cuestión. Son entrevistas realizadas a dos referentes de primer nivel a la hora de opinar sobre contaminación y pasteras.

El primero de ellos pertenece al director ejecutivo de Greenpeace para el Cono Sur, Martín Prieto y fue publicado por La Nación el 16 de mayo de 2006. Allí, Prieto aseguró que "Finlandia es un país que tiene un desempeño ambiental notablemente mejor que la Argentina. (...) El gobierno de Kirchner nunca tuvo agenda ambiental, nunca formó parte de sus prioridades. La cuestión ambiental termina ingresando en la agenda del Presidente por presión de la asamblea de Gualeguaychú.

(... ) el Gobierno tiene un doble discurso. Tiene un discurso hacia Uruguay, al reclamarle reglas estrictas en términos de inversiones con impacto ambiental, pero tiene una actitud absolutamente indolente a la hora de controlar a las empresas que contaminan en la Argentina, en particular la industria papelera. Buena parte de las plantas papeleras en la Argentina todavía blanquean la pasta con cloro elemental, que es lo que genera un efluente terriblemente venenoso. Es una tecnología más antigua e infinitamente más contaminante".

El segundo testimonio pertenece a Héctor Rubio, fundador de la Asamblea de Gualeguaychú, quien luego de visitar Botnia debió admitir que no contamina. La entrevista fue publicada por diario Perfil el día 19 de noviembre de 2006 y allí Rubio reconoció públicamente que abandonó "la cruzada contra las papeleras de Uruguay después de aceptar una invitación de Botnia para conocer su pastera en Finlandia".


Antes de opinar sobre el tema que sea, hay que estar informado acerca de todas las aristas que este encierra. Analizar un hecho basándose solamente en lo que dicen algunos medios o la poca información que circula, es realmente irresponsable. Es lo que ha sucedido con el conflicto de las pasteras, el cual ha escalado niveles de confrontación inéditos gracias a la falta de rigor periodístico de algunos grupos informativos interesados.

No es un hecho menor, ya que la irresponsabilidad de unos pocos ha llevado a un enfrentamiento innecesario y casi irreversible.

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artículo escrito por Christian Sanz, puede leerse con información complementaria en

http://www.periodicotribuna.com.ar

domingo, noviembre 18, 2007

La Muerte Lenta

Cielos opacos, humo denso, olor fétido, calles rotas por camiones inmensos.
Cuando cae la noche, los vecinos cierran puertas y ventanas, atrincherados en sus casas.
Duelen las gargantas resecas, y en la piel aparecen extrañas ronchas.
Son muchos los asmáticos, y los chicos se fatigan después de correr un poco.
Ya no quedan pájaros y los árboles languidecen.

A cuatro kilómetros de la Casa Rosada, rodeado por empresas petroleras
y químicas, Dock Sud es un infierno.

Un habitante del barrio, Jorge Ernesto Hiquis, lo describe en un poema:

'Montañas de azufre, que nos tapan el barrio de amarillo
Cilindros de gas, que custodian nuestra muerte
Silos de la Union Carbide, que nos traen recuerdos de Bhopal
Y cruzando toda esta maravilla, los cables de alta tensión
Como para que cuando alguno se corte, desaparezca hasta la misma Rosada'”.

De esta forma comienza la reveladora nota Dock Sud: viaje al polvorín de Buenos Aires,
escrita por Alberto González Toro y publicada en la revista Viva un domingo de mediados de 1994.

Más de diez años después, el panorama en el denominado barrio es doblemente desolador, a tal punto que “el presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, el alemán Karl-Heinz Florenz, visitó el Polo Petroquímico de Dock Sud, tras lo cual dijo que elevará un informe para denunciar el alto nivel de contaminación que notó en esa área industrial de Avellaneda, en la que funcionan varias firmas europeas.

'I’m shocked' (estoy impresionado), esa fue la expresión que utilizó Florenz luego de su paso por el Polo. El funcionario alemán vino al país a participar de la Cumbre de Cambio Climático que se realizó en Buenos Aires. Fuera de programa, el lunes pasado recorrió el Polo Petroquímico junto con el intendente de Avellaneda, Baldomero Álvarez de Olivera, y otros funcionarios municipales y provinciales. También visitó el asentamiento de Villa Tranquila”, según constata Pablo Novillo en la edición de Clarín del lunes 27 de diciembre del 2004.

Cuando se redactó la nota mencionada arriba, gobernaba la provincia un sujeto de gran cabeza, de nombre Eduardo Duhalde, quien tenía la manía compulsiva de cortar cintitas inaugurando cualquier cosa. Así “puso la piedra fundamental de la planta de coque el primero de agosto de 1993. Un mes después, la Shell ofreció pagar a la Municipalidad de Avellaneda dos millones y medio de dólares en concepto de 'tasas atrasadas'. Oficialmente la planta debía inaugurarse en enero de ese año. Pero el 'alerta' que dieron los vecinos (hubo varias movilizaciones) obligó a la Shell a postergar la inauguración oficial. De todas maneras –según cuentan varios testigos- la planta comenzó a funcionar clandestinamente a medidos de febrero. La diputada radical Silvia Vázquez –que presentó un proyecto de resolución para que el Poder Ejecutivo informe si la planta está inscripta en el Registro Nacional de Generadores de Residuos Peligrosos- dijo a Viva que en febrero pasado, mientras hacía una inspección oculta junto al juez Yérmanos, un alto ejecutivo de la Shell le confirmó que la planta estaba totalmente terminada. 'Me dijo que era la misma que habían tenido que desmontar en Holanda', recuerda Vázquez. 'Este tipo de planta es altamente contaminante, por eso la Shell tuvo que sacarla de Holanda, obligada por las autoridades. Según estudios realizados por organismos internacionales, estas plantas incrementan en un 60% la posibilidad de contraer cáncer', dice la legisladora. La Shell, en cambio, asegura que desmanteló la planta porque ya no era rentable”.

De más está inferir que el Ejecutivo, a cargo de Carlos Menem, mandó al cajón del olvido el mentado proyecto de resolución en medio de estentóreas carcajadas. Una década luego de lo redactado, la planta de coque con su torre de 120 metros, sigue funcionando clandestinamente a veces de noche, y otras durante la mañana. Por supuesto, que ni el mencionado intendente, ni el gobernador Felipe Solá, ni el presidente pingüino le importan un bledo que los chicos del Doque respiren 15 gases de diferentes hidrocarburos sueltos en la atmósfera.


Monumento al curro y la cometa

“El Polo Petroquímico Dock Sud es un aglomerado de 42 empresas en 380 hectáreas. Por allí ingresa el 80% de los productos químicos que llegan al país”, puntualiza el citado Novillo en una nota anterior. A mediados de este año que concluye, 140 familias de la denominada Villa Inflamable ocuparon un predio lindante al Shopping Alto Avellaneda huyendo de la contaminación que mata lentamente. Fiel a sus principios de otario, el intendente Álvarez de Olivera mostró su indignación y señaló que “hicimos una denuncia ante la Fiscalía N° 15 de Lomas de Zamora para pedir el desalojo del predio porque es claramente una usurpación. Ese lugar estaba destinado para la creación de una plaza y no puede ser que vengan a ocuparlo. Tampoco nos consta que la gente sea de Villa Inflamable. Sospechamos que hay una maniobra política para generar una situación de caos”, manifestó al periodista Novillo..

El funcionario de marras omite que “varias asociaciones de vecinos y ambientalistas denuncian desde hace años que la contaminación generada por las empresas del Polo está enfermando a los vecinos. Una de ellas, la Agencia de Cooperación Japonesa, presentó en marzo de 2003 los resultados de un estudio: sobre 144 chicos de Villa Inflamable sometidos a análisis, 57 presentaron un alto nivel de plomo en sangre. La sustancia también apareció en el suelo de las viviendas. Y el aire tampoco estaba limpio: encontraron más de 15 gases hidrocarburos”, sigue puntualizando Novillo.

Frente a tanta desidia, que ya lleve diez largos años, los gobiernos nacional y provincial se comprometieron a ir erradicando a la brevedad a esta elaboradora de cáncer en serie.

En estos años transcurridos, no existió ni la más mínima voluntad política para acabar con este flagelo de raíz, pues como dice el dicho “poderoso caballero es Don Dinero”, y entonces la solución a tan grave cuestión ni siquiera figuraba en las cacareadas promesas de campañas electorales.

Mientras no se ponga fin a esto, la gente proseguirá muriendo lentamente bajo un cielo cargado de veneno, situado a tan sólo diez minutos de la Casa Rosada.


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Nota firmada por Fernando Paolella con la que estoy 100% de acuerdo

MrBlackwell